Por qué no necesitas semáforos para comer bien si sabes lo que haces
Este artículo no es una opinión. Es una guía.
Para que no vuelvas a dejar que un semáforo te diga qué comer.

Hoy vas a aprender:
- Por qué el sistema NutriScore está diseñado para confundir al consumidor medio.
- Qué mirar realmente en una etiqueta para saber si un alimento encaja contigo (o en tu plan).
- Cómo empezar a usar criterio nutricional sin renunciar a comer rico, variado y con libertad.
1. CONTEXTO: CUANDO EL COLOR VERDE MIENTE
Imagina esto:


Coges un paquete de cereales sin azúcar, con 99% de maíz, sin gluten, sin aceites, sin mierdas.
Y ves que lleva una C.
Luego miras unos cereales de chocolate, cargados de azúcar, o un yogurt azucarado y ¡tienen una B!


¿Por qué?
Porque el sistema NutriScore no mide calidad, mide números aislados por cada 100 gramos.
Y ese tipo de sistema puede ser manipulado fácilmente por la industria.
2. LO QUE NUTRISCORE REALMENTE MIDE (Y LO QUE NO)
Mide:
- Calorías por 100 g
- Gramos de sal
- Grasa saturada
- Azúcares simples
- Puntos “positivos” si lleva fibra, fruta o legumbres
No mide:
- Calidad real de los ingredientes
- Nivel de procesamiento
- Si el alimento encaja o no en un contexto saludable
- Qué comes tú el resto del día (y a lo largo de toda la semana).
👉 Es decir, puede premiar un alimento ultraprocesado que “disfraza” sus datos y penalizar uno real, natural y útil para ti solo porque tiene más sal o grasa.
3. EL RIESGO INVISIBLE
Cuando confías ciegamente en un algoritmo como NutriScore:
- Puedes evitar alimentos reales (como frutos secos o aceite de oliva) solo por su letra.
- Puedes consumir productos con buena nota que en realidad no aportan nada a tu salud.
- Y lo más peligroso: crees que estás comiendo bien y no avanzas.
Y eso frustra. Eso confunde.
Eso te hace pensar que el problema eres tú, cuando en realidad es el sistema.
4. ¿QUÉ DEBERÍAS MIRAR EN UNA ETIQUETA?
En EGIFIT, esto es lo que enseñamos:
- 1. Lista de ingredientes
¿Es corta? ¿Hay cosas que puedes identificar fácilmente? - 2. Azúcares añadidos
¿Tiene azúcar, jarabes o similares? - 3. Grasas y aceites
¿Usa aceite de girasol refinado? ¿O grasas trans? - 4. Contexto
¿Lo vas a cuadrar en tu planificación semanal? ¿Forma parte de tu estrategia? Y sobre todo: ¿Encaja con tus macros, tu vida y tus gustos?
Entonces vale. Punto.
5. EL DESAYUNO QUE YO TOMO (Y QUE LLEVA UNA “C”)
Mi desayuno muchas veces es:
- 60 g de Corn Flakes sin azúcar
- 60 g de copos de avena
- Leche + aislado de proteína
- Nueces + chocolate 99%
- Plátano + dátil
Resultado: saciedad, energía, estructura equilibrada.

NutriScore: C (o peor si añado lo demás).
Mi cuerpo: GRACIAS.
¿Ves el problema?
6. APLICACIÓN PRÁCTICA: LA PRÓXIMA VEZ QUE VAYAS AL SÚPER
Haz esto:
- Ignora el semáforo por un momento.
- Gira el paquete.
- Mira los ingredientes y los valores.
- Hazte esta pregunta: ¿esto me ayuda a cumplir mis objetivos, o solo “parece” saludable?
Y si tienes dudas, pregúntale a un profesional (pero de verdad). No a un algoritmo.
CONCLUSIÓN
El NutriScore no es tu enemigo. Pero tampoco es tu guía.
Es una herramienta mal calibrada para una guerra que tú ya estás aprendiendo a pelear con armas reales:
👉 Criterio.
👉 Conocimiento.
👉 Y una estrategia basada en tu contexto y tu libertad.
En EGIFIT, eso es lo que hacemos cada día.
“Mi desayuno lleva una letra C.
Pero no cambio cómo me siento por una etiqueta más verde.”
“Este artículo no es para que comas como yo.
Es para que empieces a comer como tú, pero con claridad.”
Léelo.
Y si resuena contigo y quieres que te ayudemos sabes dónde estamos.